Hace años, unos cinco para ser más precisos, el blog vivía su auge más marcado: miles de bloggeros se unían a las filas de Blogger (luego a WordPress) para expresarse, en su mayoría personas con inquietudes sociales, literarias, culturales o individuales. Con el paso de los años, y sobre todo por el auge de las redes sociales, abandonaron los blogs y volcaron sus experiencias en formatos más amigables como Facebook o Twitter. El blog quedó entonces diezmado en masividad, pero actualmente sigue siendo una de las fuentes de promoción, contactos y ventas más importantes que existen.
Ante todo, ¿por qué su popularidad disminuyó? Merced al advenimiento de las redes sociales, el blog comenzó a perder visitas y comentarios, tampoco la publicidad ya no funcionó como en sus comienzos (sobre todo con el sistema Adsense) y aquel que posteaba regularmente prefirió hacerlo para sus amigos de Facebook o Twitter, donde el feedback es más constante. También, ese aura de vanidad que un bloger tenía cuando era muy visitado y/o comentado se vio mermado y entonces sólo quedaron aquellos a los que el orgullo no les jugó una mala pasada, por más que no reciban la retroalimentación que quisieran.
Pero pasemos a lo importante: para el profesional, un blog sirve para darse a conocer y mostrar las habilidades y experiencia en un ámbito determinado. Para una empresa o pyme, el blog es ideal como punto de partida, o lo que en un plan de Social Media se llama "Casa": una base desde donde se puedan dirigir todos los esfuerzos y que sirva al público como profundidad para saber más sobre la empresa o proyecto.
¿Qué podemos hacer con un blog?
Para los profesionales independientes sirve para:
- Tener presencia si se tiene algo qué decir y darse a conocer
- Los motores de búsqueda adoran los blogs y seleccionarán rápidamente sus palabras clave, mejorando el posicionamiento en los buscadores.
- Además de dar credibilidad, sirve para ofrecer un servicio desde donde se pueden demostrar lo que hacemos, nuestra habilidad y experiencia (en cualquier rubro).
- Todo lo que posteemos en un blog irá a parar a cualquier red social con solo incluir los botones de Compartir (se recibe una amplificación constante).
Con los blogs corporativos:
- Se pueden probar nuevas ideas y obtener respuestas de inmediato
- Se puede implicar a clientes actuales y futuros para que puedan comprobar el desarrollo de productos y servicios.
- Utilizar la barra lateral del blog para promocionar los propios productos, mostrar anuncios o vender un servicio.
- Cumple un rol importante para establecer y mantener la comunicación y las relaciones con clientes, medios de comunicación y otros grupos objetivos.
- Con la publicación periódica de artículos podemos conseguir posicionar el contenido de la propia web corporativa.
Así que, el que aún no tiene un blog, manos a la obra: nunca es tarde para comenzar. Pero lo principal es tener claro el objetivo de por qué queremos armar un blog y luego tener una presencia constante (como una cuenta en Social Media, es mejor no tenerlo a que esté abandonado en el espacio).
0 comentarios:
Publicar un comentario